jueves, 21 de abril de 2016

Mi crisis de los dos años


¡No! Aún no toca!! Toca el día 24 de Abril, lo sabré yo, que lo tengo apuntado en el calendario..

El agobio súbito viene cuando, una vez más por twitter, me animo el día 20 a recordar la entrada escrita hace un año y veo que la más cercana es del día 19, que trata sobre “nuestro primer aniversario”, el Making off.

Reviso en el backstage de blogger para saber mi edad, y sin querer resulta que me quité “años” – a escala de blogger con tres publicaciones semanales un “restarse 5 días” equivalen a, al menos, tres reencarnaciones siendo Cachipolla Efímera- mi primer post lo escribí un 19 de Abril y el 19 de abril del 2016 publiqué la vida y milagros de los Apodemus, pensando que tenía tiempo de sobra (una entrada entre medio) antes de cumplir mi segundo aniversario. Remarcado en el calendario el 24 de Abril.

Puse una bonita foto y anuncié a bombo y platillo el 19 que “en 5 días cumplo dos años”. Pensé organizar algo chulo, al menos buscarme unas velitas por casa para hacerles un Instagram… tenía tiempo de sobra.

Imaginaros mi cara ayer. ¿Cómo que ya pasó? ¿Entonces el trivial cuando lo puse? ¿Qué hago? Una entradica acabada ya sobre los campos de abaurrea alta, otra sobre el cancionero pirenaico a medio maquetar, y, de pronto toca… ¿una de autobombo?

¡¡No me siento inspirada para escribir nada de autobombo!!

Esta noche he revisado lo que hice en el primer aniversario, cuando lancé por Facebook la segunda parte de Mis pasatiempos Absurdos para jugar gratis, y lo que escribí para celebrar mi primer aniversario.

Hasta aquella fecha no os había contado nada sobre mí, ¡¡quién quiere conocerme teniendo tantas cosas más “magníficas”!! (sé que “más magníficas” está mal dicho y es redundante, pero “magnífico” es el adjetivo que me sale para describir lo que ofrece el valle de Aezkoa al visitante en cada esquina!!)

El caso es que, en aquel primer aniversario, bien anotado en el calendario e ilusionante, me pareció descortés saber tanto de vuestras vidas y que vosotros supieseis tan poco de la mía; hablé un poco de mí. 

No me apetece en exceso presentarme ni colgar mi culo-de-curry (curriculum) en este espacio. Como dije, hay cosas mejores.

Así estaba yo, pensando si adelantar el trivial, colgar los campos de abaurrea con una epígrafe mencionando nuestro primer aniversario, o echarme a dormir progamando la publicación antes de tiempo sobre la museum week… (que será la siguiente de autobombo).

Sí, he de confesar que me entró la crisis del segundo año como blogger. 

Hace unos meses le pregunté a un amigo qué es lo que echaba de menos en mi sitio y me dijo a modo de sentencia: 
“-He de enseñarte a que te grabes en vídeo a ti misma”
-¿¿¿¿QUEEEEÉ?????

Se ve que ese chico (cortometrajista) no me conoce bien, esas cámaras las carga el diablo y te capturan el alma. Mejor que aprenda a filmar vacas pirenaicas rumiando en arpea.

El fenómeno Youtubber está en alza pero no es el camino que he elegido. Aún así, para seguir un poco el chip del año pasado y hacer una entrada intimista os diré que suelo pasear o asomarme al jardín, y cuando un bicho o planta se me tropieza en la vista pego saltitos y aplaudo sola, me quedo con la fisionomía o los caracteres espécificos que tiene a vista rápida y corro a buscar un libro de mi estantería dónde ver como se llama lo que acabo de ver. Luego entro en Wikipedia, en páginas especializadas y me descargo alguna que otra tesis doctoral del ser animado que proceda, cuando ya sé cómo se llama. Cotejo datos, busco en diccionarios las palabras y expresiones que no entiendo y todo ello lo traduzco a “idioma normal de andar por casa”, no siempre lo consigo pero ví hace poco que lo que hago tiene un nombre de esos chulos, modernos y en inglés. (managment nosequé? Crador de contenido? Ugglymenement infosourcer???) y que tiene “mucho” valor añadido.

Cuando estoy de bajón (os lo dije por Facebook) y no me apetece escribir me acuerdo de vosotros, los que sois un número en estadísticas, un me gusta o un retuiteo.. Todos vosotros parcheáis el saco roto en el que a veces pienso que vuelco demasiada energía. No quiero que se me pase decíroslo de nuevo. 

Ayer mismo no me apetecía nada lanzar el juego, me pilló de sorpresa el aniversario y me sentí obligada… hasta que vi como entráis al trapo. Seréis 15 o 20, pero lo que me río y disfruto con vosotros hacen inútiles los análisis y los recuentos estadísticos más formales en cuanto a la "activación de tus usuarios".

¿A qué viene todo este sentimentalismo si dije que no quiero hablar de mí?

Hoy salí en busca de inspiración para una entrada de autobombo y celebrar así mi segundo aniversario y fui a visitar a unos amigos de la red.
Al darles la tarjeta y presentarme (con ánimo de que me contesten al formulario que hace año y medio les envié) exclamaron “¡¡Uy!! Así que eres tú!! Yo pensaba que eras Fulano!!"

Con esa frase volví a la sensación del año pasado; el convencimiento de que os debo una presentación, un poco, en condiciones.

Mi nombre es Nayara y vivo en casa Aurea. Mi abuela era Aurea, conocida como Aureita y su tía, anterior dueña de la casa, como Doña Aurea, de ahí el nombre.

No nací en Abaurrea Alta ni estudié en el cole de Garralda, es por eso que no alterno con mucha gente de mi edad; dónde nací no hacen reuniones de “quintos” y a las de aquí no me invitan.

Amo profundamente Abaurrea Alta, el valle de Aezkoa y la parte de Salazar a la que puedo llegar andando. Pese a ser ya “madurita” me da asco sacarme el carnet de conducir y comprarme coche. Creo que en el mundo existe demasiado asfalto y muy poca cañada para ir a pie, paseando.

Hace 10 años cerré una tienda de cómics. (juegos de rol, juguetes, libros…). Y retomé mi idea de juventud: “Morirme, algún día, en abaurrea alta”.
En esta entrada no os contaré todo lo que me dio este pueblo, baste el cariño y amor que, según me dicen, se desprende en cada entrada. No dudo de que esos temas surgirán en el futuro, habrá tiempo.

Cerré mi tienda de cómics (con género que aun vendo por internet) y me vine a Abaurrea. Retomé mi plan juvenil de “morirme algún día en abaurrea alta” con la visión de una persona adulta que sabe que para ello, hay antes que haber envejecido, convenientemente, en abaurrea alta.

Escribí un organigrama y con mente estratega pensé: ¿de qué vive la gente allí?.

Las respuestas eran dos: 
1-De la patata 
2–De las vacas.

Miré en las páginas amarillas un lugar donde enseñasen algo de eso… Y mi ciclo vital no coincidió con el inicio de las clases regladas, pero al decirle textualmente a la secretaria eso de “yo quiero estar allí pero no puedo si no sé algo de patatas y vacas” me enganchó en un curso temporal de hacer quesos en la Artzai Eskola de Aranzazu. 
Yo acabaría el curso temporal y empalmaría matriculándome en esa escuela, con titulación reglada de grado medio.  

Así lo hice, escapándome con cada ocasión en autobús de línea a mi pueblo para comprobar que aquello era lo que quería.

Como “Comikera” o “Dependienta de tienda de Cómics” no tiene titulación no me avergüenzo en decir que soy “Ganadera”. No tengo ganado porque soy biófila e incapaz de matar nada, no tengo tierras y no sería capaz de cargar a mis “amigos” en un camión camino al Iltoki… ¡¡pero aprendí un montón!! 

Fui la mejor de mi promoción (llevaba 10 años a mis compañeros de clase que iban obligados en plena adolescencia por negocio familiar.. yo apenas estudiaba y asistía al cole como quien va a una conferencia sobre algo que le interesa o se pone un documental: Ahora toca Topografía, Ahora toca Microbiología, Ahora toca Fitotecnia) Me enseñaron a ser valiente con muchas cosas que jamás había hecho y las horas prácticas eran un descargo total de adrenalina (conduciendo tractor con apero, separando vacas y terneros, esquilando ovejas…)

Pero como dije, ni tengo capacidad para hacerlo sola ni me veo capaz para ser ganadera. 

Rechacé una beca para irme a Finlandia a hacer prácticas, yo quería estar en mi valle, conociéndolo entre cuadras, sistemas de pastoreo, silos y enfermedades comunes del ganado de aquí.

A día de hoy no sé si me sirvió de mucho o poco, pero por si acaso me traje los apuntes, en la maleta, en autobús y los repaso de vez en cuando.

Como en la familia somos muy “de cultura en general” y tenemos muchos libros, me dio por leerlos viendo lo que contaban de estos lares.

Os dije el pasado año que no encontraba lo que yo quería en internet sobre ello así que me puse a organizarme el blog.

Sé que despierto simpatías y enemistades por las redes, y en persona ni os cuento.

Yo os quiero a todos vosotros que tenéis un mínimo interés por vuestra tierra, si no al menos seguís aquí y la mantenéis tal cual es. Ya sólo por eso, me da lo mismo a qué dios rendís tributo, a qué partido votáis o con quien os juntáis, jamás os criticaré.

He tenido amigos por este lugar, de esos que no son quintos míos... y mayoría ha muerto. 

Hay gente que llena más espacio que otros y para mí, las personas más tenían que aportarme en esta nueva andadura ya no están.

Os pondré un ejemplo –y os recuerdo que os quiero a todos- era Abril del 2014 y empecé con el blog desde la ciudad, en Junio vine con la idea de “contárselo a Patricio y luego, si eso, al resto” hacía un par de meses que no venía. Al bajar del Autobus Juan Luis me dio la noticia de que había fallecido.

El pueblo estaba en fiestas, todo engalanado, yo recién llegada y muchos de los vecinos cuchicheando y preguntándome quien era Turismo Abaurrea.

Yo, con la maleta, me enfadé con el mundo en general y dije para mis adentros eso de “Si no se lo cuento a Patri, no se lo contaré a nadie”.

Y eso hice un porrón de meses, ni a su vecino, ni a su familia, ni a nadie. Patri no está y mis ganas de contarlo en el pueblo se fueron. 

En ese viaje no vi a Esteban, lo habéis conocido gracias al artículo de hace 20 años del Diario de Navarra, yo lo recuerdo de otro modo pero igual: Tenía una broma con cada vecino y era amigo del abuelo. Cuando íbamos de excursión parábamos allí a tomar el vermuth cargados de piedras (y de culebras, a veces), mi hermana mayor era “la que no calla”, mi hermano mayor “el del bobo” (bobo para el crío de tres años era un globo) y yo era …. ¿¿Llanara? ¿Manzana? Lianara? Niarara?? Como el señor estaba sordo me hacía gritar de bien pequeña: “Me-lla-mo-Na-ya-ra”. Un nombre bien raro para la época. 

Unos 20 años más tarde me hizo una visita, yo le recordaba mayor y pensé que ya se habría muerto. Al verlo me vino el “Esteban de los veranos pasados” a modo de semi-espectro, y creí que no me reconocería, tan crecidita como estaba y con lágrimas de emoción en los ojos.

Me pegó un buen abrazo y me dijo eso de: -Nayara!! ¿Cómo estás? ¿Ya te acuerdas como te tomaba el pelo y como te enfadabas? ¿Cómo te llamaba yo?, que si Llanara, que si Ainara… ¡Y tú como una fiera!.

Esa fue la primera vez -quizás la única- que le escuché a Esteban llamarme por mi nombre y me di cuenta del bacile atemporal que me había hecho.. ¡y yo que me creía tan lista! 

Luego he hablado con gente del pueblo algo mayor que yo y al contarles esto me han dicho que “si Esteban no te tomaba el pelo, date por extraño en el pueblo”. 
Recuerdo otras muchas conversaciones y momentos que vivimos juntos a raíz de aquello pero lo gilipollas que me sentí cuando descubrí su chanza no tiene remedio y el resto de anécdotas -por ahora- se siguen quedando para mí.

A Patricio le conocí de mayorcica, persona más noble no he visto. Me ayudó enseñándome los nombres de las casas del pueblo cuando me tocó repartir bandos municipales, fueron explicaciones de dos horas por puro ánimo de ayudar. Me llevó en su patrol de paseo, a la balsa, a ver las yeguas, a remendía…

Todas las preguntas que me surgían se las lanzaba y él, si me las podía contestar, me las contestaba, además compartíamos la rutina en el bar y en cuanto abría la boca como para medio quejarme de algo él ya se había ofrecido a resolverme el problema.

Los que me conozcan de cuando estuve por aquí en prácticas habrán conocido “lo mío con Segundo”. Un señor ya crecidito que se obsesionó conmigo y sacó, por momentos, lo peor de mí. Me hizo ser intensa, creando momentos extremadamente surrealistas. A los años me confesó de dónde venía su amor: El primer año que me conoció fui a cenar con su cuadrilla en nochevieja, eran el grupo de más edad del pueblo (ya os dije que con mis quintos no hago nada), y cenan cada nochevieja en el bar. Yo no quería cenar sola y me apunté. En mitad de la cena estaba maravillada con el trato y las conversaciones, mencioné que ellos eran “la vieja guardia” y les dije, literalmente “os quiero a todos, por favor no faltéis”.

Eso a Segundo se le cortocircuitó y despertó en él una especie de adoración y obsesión conmigo que entiendo, (entiendo sus carencias y lo fácil que es volcarlas en alguien) pero no puedo aprobarlo, aplaudirlo,  ni compartirlo. 
Segundo era un tío recio que me seguía a casa y no me dejaba ni a sol ni a sombra.. importunando y aislándome de quien viniese a hablarme. Jamás se propasó conmigo pero su “excesiva atención” me hizo, por momentos, vivir en pesadilla. 
Hoy lo recuerdo con cariño y le echo de menos; entre jamacucos obsesivos tenía mucha conversación interesante y noble fondo. Ahora cuando veo el cartel de Holywood o sale en la tele Perth me acuerdo de sus historietas que tanto me gustaban. Con eso me quedo. 

Lo mismo que Domingo, con quien pasé una tarde en la cocina de Casa Ignacio que nunca olvidaré por su hospitalidad… ¡¡y pensar que me daba vergüenza ir a darle el pésame!!

Mariato no era ni como Patri, ni como Esteban, ni como Según ni como Domingo… con Mariato apenas coincidí tres o cuatro veces pero teníamos aficiones y rutinas en común.. Yo que no tengo cuadrilla aquí ni quintos en ocasiones me siento fuera de tiesto con la gente, y Mariato se separaba y venía a hablar conmigo. El resto de la historia podéis leerla en el pie de página de nuestros primeros pasatiempos absurdos. ¡Me quedaban tantas conversaciones pendientes con Mariato!

El último fue Teo. Pasó a vivir en el piso de Patri y a sustituirle de algún modo, alguna vez llegué a decir eso de “Patricio ya no está… menos mal que vienes tú a tomarte el mosto”. Me quedo para mí lo que me dijo una vez que cambió la mirada en algo serio.. y pena, pena, pena, de que este año no le pueda poner al corriente de mis novedades.

Entre tanto se fueron otros muchos. No quiero decir nombres y, entendedme, esta última parte la hago con el máximo respeto hacia todos ellos. 

Sí, hay gente que llena más el vacío que otros.

Ahora un carbonero común se me acerca cantando al balcón más cerca que cualquier otro, cualquier otro día este año.

Lloriqueo un poco recordando a quienes no conocieron Turismo Abaurrea, quienes no leyeron la primera entrada hace dos años, quienes no recibieron su tarjeta de visita (sofisticada y elegante a la vez).

Me llamo Nayara Tanit y vivo en casa Aurea.

No tengo casa rural porque creo que no hacen falta más habitaciones sino algo que lleve a la gente a ocupar las que ya se ofrecen. Sin chorradas ni distinciones …

Cómo siempre he querido estar aquí me hice un blog para pasar la morriña.

Gracias a este blog, y a mi tontería persistente se me han abierto puertas y en breve, empiezo como guía turística en el pueblo, sin quitarle el pan a nadie. 

Seguiré como siempre por aquí (ya veis que teniendo muuucho material de librería que vender no lo he publicitado, lo mismo pasará con cualquier otra andadura empresarial. Turismo Abaurrea es gratis para vosotros. Para que vengáis. El resto son chorradas.)

Como colofón, inovando, probaré a poner esta entrada sin links ni imágenes, sabed que todo lo que lleva negrita tiene una entrada relacionada en este sitio, las imágenes, como decían en la Bola de Cristal, podéis cerrar los ojos e imaginarlas. ¿no podéis?. Apagad el ordenador o teléfono móvil. 


Pasado mañana más. 

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